El sabor de México tiene un líder, y no es el vino. El refresco y la cerveza dominan la escena, relegando a una de las bebidas más ricas y complejas del mundo a ocasiones especiales. Pero para nosotros, esto no es un problema; es un campo fértil listo para ser cultivado.
La visión de Wineroots no nació en un viñedo. Nació en el acelerado mundo de las startups, donde aprendimos a construir sistemas de crecimiento escalables, a dar valor al trabajo manual y a ver el potencial donde otros solo ven obstáculos. Ahora, aplicamos esa misma pasión por el proceso y la estrategia a la belleza y la complejidad del vino mexicano y, con un nuevo propósito, a los grandes vinos del mundo.
Nuestro objetivo es claro: plantar una vid que no es solo un negocio, sino una comunidad global. Una vid que crece con cada persona que pierde el miedo a elegir un vino, con cada productor mexicano que recibe apoyo, y con cada historia de terroirs lejanos que importamos para honrar a productores de otros países. Queremos que nuestro paladar crezca con los aromas, sabores y relatos de otros lados del mundo, para tener un punto de comparación y enriquecer nuestra cultura vinícola.
El fruto de esta vid será un México donde el vino sea una expresión de nuestra tierra y nuestra gente, pero también un país que celebra y aprende de las tradiciones de otros. Una industria compleja que incluya laboratorios y escuelas, y un motor económico que impulse el turismo y genere conciencia sobre el impacto de nuestras decisiones en la naturaleza. Queremos que el vino sea un motivo de orgullo nacional y una ventana al mundo.
Te invitamos a ser parte de esta historia. A probar, a aprender y a crecer con nosotros.